Es interesante recalcar que en todas las universidades mencionadas, lo que se entrega al terminar la carrera es una LICENCIATURA, es decir, un grado académico y, por tanto, no se obtiene un título profesional (excepto en la de Concepción, en donde además se entrega el título profesional de Astrónomo). En Astronomía el título profesional no sirve, pues lo que hace un astrónomo (investigación) requiere de grados (lo que es universal) y no de títulos (que es un invento «a la chilena», al menos en el caso de la astronomía; ¡en ningún puesto de astrónomo te piden título profesional!).

La dificultad en general depende de tantos factores que me limitaré a cómo yo encontré mi carrera. En general yo no la encontré difícil si eres constante y en realidad sabes a lo que te estás metiendo (que es mucha matemática, física y programación). Es demandante en tiempo por el perfil de un universitario: a grandes rasgos, lo que quieres es entender todo lo mejor posible, y eso toma tiempo.

Los astrónomos y físicos en general necesitan una habilidad para la física y la matemática un poquito distinta a la que se podría pensar. Contrario a la creencia común, los cálculos en física y astronomía parecen ser no son tan «exactos» en la vida real: uno debe tener un sólido conocimiento de lo que está haciendo para poder entender qué factores dominan y cuáles uno puede despreciar para aproximar el problema que se tiene. Por esto, aparte de un sólido conocimiento en física y matemática, se necesita la habilidad de poder combinar ámbos para llegar a aproximaciones plausibles que representen la realidad.

Una vez que se logra «atrapar» el problema por algún lado, lo que se hace usualmente es tratar de resolver el problema original de manera computacional. Por lo mismo, el astrónomo también requiere una habilidad para transformar su problema físico/matemático a un problema computacional que se pueda resolver eficientemente.

Es importante recalcar que todo lo que nombré se aprende. Como ejemplo, yo al principio odiaba la programación. Ahora no puedo trabajar sin ella y me ha simplificado la vida incluso fuera de mi vida como astrónomo.

Para ser sincero, astronomía no es una carrera a la que deberías ingresar «para probar» o «si no estás seguro». Eso déjaselo a las ingenierías. Astronomía y Física son carreras que requieren pasión por el conocimiento. Piensa que como astrónomo puedes vivir bien, ¡pero no te vas a hacer millonario!

Asumiendo que esto lo tenemos claro, astronomía es una buena idea por la calidad de astrónomos que tiene Chile y por las facilidades que tiene el astrónomo chileno. Si de verdad quieres aprender y de verdad te interesa ser astrónomo, Chile es uno de los mejores lugares del mundo para empezar a hacerlo y me atrevería a decir que el mejor para hacer astronomía.

Probablemente ya lo han escuchado, pero los astrónomos chilenos tienen el 10% de las noches disponibles sólo para ellos. Quizá 10% suena a poco, ¡pero no saben cuánto anhelarían tener ese tiempo los astrónomos extranjeros: son más de 250 horas de observación sólo para los chilenos! Es una gran ventaja que aún no logramos aprovechar bien.

Definitivamente lo que hace un astrónomo depende del tipo de astronomía que hagas. En general, existen dos tipos: los astrofísicos teóricos y los observacionales. Mirando a mis amigos teóricos, a lo que ellos se dedican es a resolver ciertos problemas fundamentales: desde entender cómo evolucionó el universo hasta qué factores debemos empezar a mirar en las estrellas; su trabajo se basa día a día en tratar de encontrar la mejor forma de atacar el problema y, una vez atacado (y quizá hasta resuelto), comparar sus resultados con las observaciones o con simulaciones.

Los astrofísicos observacionales, por otro lado, usualmente se dedican a descubrir efectos y/o propiedades nuevas, a comparar teorías o a buscar nuevas formas para validar/invalidar los trabajos de los teóricos. Como se ve, la astronomía es un conjunto de trabajo entre los teóricos y los observacionales.

Trabajo hay; el tema es si estás dispuesto a vivir con ese trabajo. Para resumir la vida de un astrónomo, usualmente este parte con una Licenciatura, para luego hacer un Magíster y finalmente un doctorado (o pasa de la licenciatura al doctorado, dependiendo de los gustos de cada uno). Como referencia, durante el Magíster y el Doctorado usualmente vives con becas que oscilan entre los 1000 a 1500 US (entre $500.000 y $700.000), y dedicas casi siempre medio tiempo a la investigación, mientras que el otro tiempo lo ocupas en ramos; todo esto finaliza con una tesis cuya duración depende del programa (aproximadamente 1 año en Magíster, 2-3 años en Doctorado). En general, la gente obtiene su Magíster en 2 años y su Doctorado en 4-5 años, aunque esto puede variar según la institución y tu propio tiempo y dedicación.

El camino simplificado sería el siguiente: luego de obtener tu doctorado, se considera que tu formación como astrónomo está «completa». Lo que sigue son las posiciones post-doctorales, que son posiciones en instituciones de investigación, en las que te dedicas exclusivamente a la investigación. Usualmente trabajas con un investigador principal, que es tu supervisor, y estas son posiciones de alrededor de 2-3 años cada una. Luego de un par de estas posiciones (o más, dependiendo del año), puedes postular a posiciones permanentes como profesor en alguna universidad o institución de investigación.

Como mencioné, el camino será complejo dependiendo de cómo lleves tu vida/cómo te guste vivir, pues deberás viajar mucho (las posiciones post-doctorales y las fijas usualmente son en distintas partes del mundo). Por eso insisto: ¡la física y la astronomía son un juego entre la pasión, tu vida y lo que quieres hacer con ella!