Planetas habitables fuera del Sistema Solar: ¿son realmente habitables?

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por Néstor Espinoza*

El 5 de Diciembre del pasado año 2011, la misión espacial Kepler confirmó la presencia de un planeta “similar a la Tierra” orbitando en la llamada zona habitable alrededor de la estrella Kepler-22, una estrella muy parecida al Sol que se encuentra a 620 años luz de distancia, el cual fue bautizado como “Kepler-22b”. Luego de esta noticia, muchos medios de comunicación hablaron de atmósferas, agua e incluso de vida: ¿qué hay de cierto en todo esto? Deje sus maletas y traje espacial a un lado y acomódese para leer esta columna, que pretende aclarar éste y otros temas en torno a la difusión de este tipo de noticias científicas.

Se descubrió un planeta que podría poseer una atmósfera estable para mantener las condiciones de vida” o “se descubrió un planeta que podría tener agua líquida en su superficie”,  son algunas de las frases que muchos medios de comunicación1,2 han publicado en sus artículos ante el descubrimiento del planeta extrasolar (o “exoplaneta”) Kepler-22b. Dichos enunciados muchas veces venden, pero el 99.99% de las veces confunden (lo que me hace dudar un poco de las intenciones de algunos medios de comunicación).

La misión Kepler ha estado hace ya un buen tiempo observando el brillo de un montón de estrellas, esperando poder observar el “eclipsamiento” de un exoplaneta mientras éste se posa entre nosotros y su estrella madre, lo que es llamado un “tránsito” del planeta en la jerga astronómica (para más información sobre este método de detección de exoplanetas, vea mi columna anterior aquí). Al eclipsar la estrella, el exoplaneta deja “su marca” en la luz que recibimos, lo que nos permite derivar cantidades físicas como su radio o la distancia de la estrella madre al exoplaneta en cuestión, si es que poseemos otras mediciones extra del sistema realizadas desde la Tierra. Cuando un planeta es descubierto en “la zona habitable” alrededor de una estrella, como es el caso del Kepler-22b, en astronomía nos referimos a que está a una distancia tal de su estrella madre que, en el mejor de los casos, asumiendo una atmósfera suficientemente densa, podría, y lo repetiré: podría mantener agua líquida en su superficie. Lógicamente, no tenemos razón para pensar que por estar en la zona habitable debe poseer atmósfera o agua en alguna forma. Ni siquiera tenemos suficientes razones para pensar que el planeta podría poseer composición gaseosa o líquida, por ejemplo.

Siendo muy sinceros, de este recién descubierto exoplaneta sabemos relativamente poco3. De su composición física, las más importantes que el equipo de la NASA pudo medir son el radio del exoplaneta, el cual está con una alta probabilidad entre los 2 y 2.8 radios de la Tierra (es decir, es más del doble de grande que nuestro querido planeta) y la distancia de éste a su estrella madre, que es aproximadamente un 80% de la distancia del Sol a la Tierra (entre 0.8 y 0.89 unidades astronómicas, siendo 1 unidad astronómica igual a la distancia media de la Tierra al Sol). No sabemos mucho sobre su composición (de hecho, el planeta podría perfectamente tener masas tan grandes como más de cien veces la de la Tierra) ni menos de su atmósfera. ¿Presencia de agua? es como pronosticar que ganaremos un premio al comprar un raspe. Hay probabilidades, pero no tenemos razón para pensar que efectivamente sucederá.

Debo aclarar que, a pesar de lo anterior, el exoplaneta Kepler-22b es una gran promesa y un gran descubrimiento. El hecho de poder detectar un planeta con estas características (¡con radios tan pequeños!, relativamente hablando) nos da mucha confianza en futuros descubrimientos, pues estamos más cerca de encontrar planetas con características similares y, repito: similares a la Tierra.

Con todo esto más clarificado, la próxima vez que vea en los diarios y la T.V. diciendo que se descubrió un planeta en la zona habitable y le prometan atmósferas, agua y una temperatura agradable, tenga mucho cuidado en hacer sus maletas: ¡que no lo estafen!

Referencias

  1. “Observatorio espacial Kepler confirma el hallazgo de su primer planeta en la llamada ‘zona habitable’”, La Tercera. [Link].
  2. “Hallan en el sistema planetario ‘Kepler-22’ un planeta que puede tener agua”, Terra, [Link]
  3. Kepler-22b: A 2.4 Earth-radius Planet in the Habitable Zone of a Sun-like Star, Borucki et al., 2011 [link en arXiv.org].

*Néstor Espinoza – Astrónomo (PUC), Candidato a Doctor en Astrofísica (PUC) e Investigador del Instituto Milenio de Astrofísica (MAS) – @nespinozap

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