Las lunas de Marte se originaron tras un gran impacto con otro planeta
PorPocas horas antes de que la sonda espacial Juno intentara entrar en la órbita de Júpiter para estudiar ese gigantesco planeta, se publicaron dos estudios que, al igual que esta misión robótica de la NASA, intentan esclarecer cómo se formó el Sistema Solar.
En concreto, estas dos investigaciones, publicadas en Nature Geoscience y en The Astrophysical Journal respectivamente, sostienen que las dos lunas que tiene Marte en la actualidad, Fobos y Deimos, se originaron tras un choque brutal entre el planeta rojo y otro cuerpo celeste.
Esas dos pequeñas lunas serían las únicas que sobrevivieron al transcurso de los años, pues se cree que ese gran choque entre Marte y otro planeta en formación dio lugar a más de una decena de satélites, aunque la mayoría desapareció. Y en el futuro Deimos podría convertirse en el único satélite marciano, pues es la única que mantiene una órbita estable, ya que han detectado que Fobos está siendo gradualmente atraída hacia Marte, por lo que creen que acabará desapareciendo también.
Tres teorías
El pequeño tamaño y la peculiar forma irregular de estas dos lunas, que recuerda a la de una papa, hizo pensar a los científicos durante mucho tiempo que podrían ser asteroides capturados por Marte. Sin embargo, las órbitas que siguen estas dos lunas alrededor del planeta rojo no serían compatibles con esa hipótesis. Otra posibilidad es que Fobos y Deimos se formaron más o menos en la misma época que Marte y que tuvieran la misma composición que este planeta, aunque la baja densidad de las lunas parece echar por tierra esta teoría.
La hipótesis de que se formaron por un choque entre Marte y un planeta en formación era la más aceptada, aunque los astrofísicos seguían sin entender por qué tras ese impacto surgieron dos lunas pequeñas en lugar de un satélite más grande, como ocurrió en la Tierra.
El estudio publicado en The Astrophysical Journal, liderado por científicos del CNRS y Aix-Marseille Université1, descarta que Fobos y Deimos fueran asteroides capturados por Marte y aseguran que el único escenario compatible con las características de la superficie de estos dos satélites es que se produjera una gran colisión.
La segunda investigación, publicada en Nature Geoscience y realizada por un equipo de científicos belgas, franceses y japoneses empleó simulaciones digitales en 3D para mostrar cómo estas dos lunas pudieron formarse a partir de los escombros que se produjeron durante la gigantesca colisión entre Marte y un protoplaneta de un tamaño equivalente a un tercio de Marte.
Ese choque se habría producido entre 100 y 800 millones de años después de que comenzaran a formarse esos planetas. Según los investigadores, los escombros resultantes de esa colisión habrían originado un gran disco de material alrededor de Marte. La parte interna sería más densa y habría estado compuesta de material fusionándose mientras que en la parte exterior de ese disco habría, sobre todo, gas.
Once lunas
En la parte interna del disco se habría formado una luna mil veces más grande que Fobos. Las interacciones gravitacionales que tuvieron lugar en el exterior de ese disco originaron asimismo otras lunas, más pequeñas y distantes. Miles de años después, Marte estaba rodeado por entre cinco y diez pequeñas lunas y un satélite enorme. Varios millones de años más tarde, una vez que el disco de escombros ya se había desvanecido, sólo las dos lunas más alejadas permanecieron. Éstas eran Fobos y Deimos, los dos satélites que existen en la actualidad.
La teoría del gran choque serviría también para explicar por qué el hemisferio norte de Marte tiene un altitud inferior a la del hemisferio sur. El hemisferio norte marciano alberga el mayor cráter conocido del Sistema Solar, llamado Borealis, y que probablemente tuvo su origen en ese choque con otro planeta, que habría ocasionado ese gran cráter y habría expulsado gran cantidad de escombros alrededor de Marte.
También ofrecería una explicación al hecho de que en Marte haya dos satélites en un lugar de una luna más grande como la nuestra, que también fue originada por un choque (en este caso con un objeto que tenía una masa equivalente al 10% de la Tierra). Esta investigación sugiere que esto se debe a la velocidad de rotación del planeta. La Tierra, en esa época, rotaba muy rápidamente (tardaba sólo 4 horas) mientras que Marte lo hacía seis veces más despacio.
En los próximos años, los científicos esperan obtener más datos sobre las lunas marcianas. La agencia espacial japonesa, JAXA, lanzará en 2020 la misión Mars Moons Exploration (MMX), que recogerá muestras de Fobos y las traerá a la Tierra en 2027 y que permitirá confirmar con material de este satélite si las conclusiones de estos estudios son acertadas.
Asimismo, la Agencia Espacial Europea y Roscosmos planean una misión similar para 2024. Será la segunda vez que los rusos lo intenten, pues en 2012 un fallo en el lanzamiento echó a perder la misión Phobos-Grunt,, cuyo objetivo era recoger muestras de Fobos y traerlas a la Tierra.
fuente: elmundo.es