Descubren megagalaxia 10 veces más grande que la Vía Láctea
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Un equipo internacional de astrónomos observaron algo extremadamente raro en el cielo. Resultó ser una megagalaxia diez veces más grande que nuestra Vía Láctea, formada por la brutal colisión de dos galaxias jóvenes hace 11.000 millones de años. Los científicos aseguran que descubrir una galaxia así es como descubrir el eslabón perdido entre los dinosaurios alados y los primeros pájaros. Y aunque las fusiones de galaxias son bastante comunes en el cosmos, este evento es particular dadas las prolíficas cantidades de gas y estrellas en formación, así como la gran intensidad de la fusión en una época tan distante. La nueva megagalaxia, llamada HXMM01, es la más brillante, luminosa y rica en gas de todas las galaxias de fusión conocidas hasta ahora. Para hacerse una idea de su actividad, basta con saber que la pareja en colisión genera el equivalente a 2.000 soles al año y que el número total de estrellas de los dos cuerpos observados es de unos 400.000 millones de soles. En comparación, la Vía Láctea sólo produce entre dos y tres soles al año.
Pese al enorme tamaño de HXMM01, está desapareciendo tan rápido como se forma, lo que la convierte en una víctima de su propio nacimiento cataclísmico. El autor principal de la investigación, Hai Fu, señala que «Estas galaxias entraron en un frenesí de alimentación que agotó rápidamente el suministro de alimentos en los siguientes cientos de millones de años y llevó a la lenta inanición de la nueva galaxia para el resto de su vida».
El descubrimiento de esta megagalaxia resueve el enigma en la comprensión de cómo las galaxias elípticas gigantes se desarrollaron en el universo temprano. Cuando el universo tenía 3.000 o 4.000 millones de años ya estaba poblado por estas galaxias. Hasta ahora el modelo más popular y aceptado decía que éstas galaxias se formaron lentamente a lo largo del tiempo mediante la incorporación de galaxias más pequeñas, pero el nuevo estudio sugiere que, en realidad, se generaron por colisiones violentas y fusiones masivas. Y de acuerdo a las nuevas observaciones, parece que en el universo primitivo estaba lejos de reinar la calma.
Fuente: ABC.es