China se asociará con Rusia para explorar la Luna
PorChina ha anunciado que se aliará con Rusia para emprender la estación de investigación en la Luna, ILRS, justo un día después de que EE.UU. anunciara su alianza con Israel para reforzar su programa Artemis de exploración lunar. Las agencias espaciales de China y EE.UU. tienen una agenda muy similar para colonizar nuestro satélite con bases de exploración e investigación, como antesala de futuras misiones a Marte.
Artemis y Chang’e
El programa Artemis de la NASA es el sucesor del programa Apolo de misiones a la Luna. Se divide en Artemis I, que enviará la nave Orión sin tripulación a nuestro satélite, a bordo de un cohete SLS; Artemis II, que enviará a Orión con tripulación; y Artemis III, que pretende establecer una base de operaciones, investigación y alunizaje en el polo sur de la Luna.
Artemis I se lanzará no antes de Marzo de 2022, y la base en la Luna de Artemis III todavía no tiene fecha, pero se prevé que en 2025 la primera mujer y persona de color pisen la Luna. La agencia espacial China, CNSA, prevé instalar su base de investigación ILRS, según anunció recientemente, en 2035, en el polo sur, donde también pretende establecer su base la NASA.
Las misiones espaciales chinas a la Luna lo hacen bajo el proyecto Chang’e. La sonda Chang’e-4 aterrizó en la cara oculta de la Luna, y Chang’e 5 retornó con éxito una muestra. Se espera que la sonda lunar Chang’e-6 haga lo mismo, cogiendo las muestras de las zonas más valiosas de la Luna. Chang’e-7 está diseñada para explorar las regiones polares y arrojar luz sobre la distribución de agua de nuestro satélite. Por último, Chang’e-8 será la sonda que probará las tecnologías básicas relativas a la labor de construcción y seguimiento de la ILRS.
Infraestructuras
La NASA planea colocar la estación modular Gateway orbitando la Luna. A Gateway podrán ensamblarse naves Orión y laboratorios móviles, y representará una estación de servicio y parada para los viajes y misiones a la superficie selenita.
La CNSA, junto a Rusia, planea crear el complejo ILRS101, que incluirá también un centro de operaciones en órbita, una base de investigación en superficie lunar, y varios rovers que investiguen tanto la superficie como el subsuelo del satélite.
«Utilizaremos los próximos cinco años para llevar a cabo la exploración, antes de establecer una estación de investigación lunar, que son los objetivos de las misiones Chang’e-6 y Chang’e-7», explicó Wu Yanhua, viceadministrador de la CNSA en la sesión informativa. «Tardaremos otros 10 años, más o menos, en completar la construcción de las instalaciones», añadió.
«Igual que la construcción de una pequeña ciudad, una estación de investigación lunar debe estar equipada con energía, comunicación, navegación, transporte de larga distancia, capacidad de ida y vuelta a la Luna y sistemas de apoyo en tierra. También debe haber un sistema de soporte vital si prevemos que en el futuro haya personas en la estación«, resumió el viceadministrador de la CNSA.
Jugadores para competir, llamada a hacer equipo
Tanto la NASA como la CNSA han hecho una ‘llamada al partenariado’, o invitaciones de colaboración, con agencias de otros países. La NASA emprendió los «Acuerdos Artemis para la exploración pacífica unida del espacio profundo» en 2020, a los que acaba de sumarse Israel, y en los que también constan Australia, Canadá, Italia, Japón, Luxemburgo, Emiratos Árabes y Reino Unido.
La CNSA se ha aliado con Rusia, de momento, y está abierta a hacerlo con más países para sumarse a su programa de exploración lunar. «Damos la bienvenida a la amplia participación de colegas internacionales», declaró Yanhua en la sesión.
Un acuerdo alcanzado con Rusia «significa que la misión Chang’e-7 realizará una exploración conjunta con el proyecto ruso ‘lunar-26′», explicó Liu Jizhong, director de exploración lunar de la CNSA. «Todo el actual progreso en I+D y el trabajo de las misiones Chang’e-6 y Chang’e-7 se completará en 2025, y la sonda Chang’e-8 se lanzará en 2030», añadió. El anuncio de esta colaboración es la última señal de una cooperación más estrecha entre Rusia y China.
Fuente: lavanguardia.es