«El sesgo de confirmación puede manifestarse interpretando de forma sesgada pruebas ambiguas o dando más peso a las pruebas que confirman nuestras creencias que a las que las contradicen». Según Simon, «al fenómeno de la Luna llena se le han dado numerosas connotaciones míticas», por lo que no considera extraño «que exista todo un folclore sobre la Luna llena y su influencia oculta en el mundo. Cuando es Luna llena y algo inusual ocurre decimos que es la Luna llena. Pero cuando ocurre lo mismo cualquier otro día del mes en el que no hay Luna llena, no lo vamos a recordar. Así que esos eventos se utilizan de manera selectiva para demostrar un hecho que en realidad es un mito».
Para el que se haya quedado decepcionado tras saber que la Luna al final no es tan mágica como parece, hay que señalar que hay científicos que sostienen que nuestras creencias sobre las noches de plenilunio tienen algo de cierto en forma de vestigio del pasado.
Por ejemplo, el doctor Charles L. Raison especula con que antes de la llegada de la iluminación artificial exterior, el reflejo de la Luna llena quitaba el sueño a los que dormían a la intemperie. Y como la falta de sueño a veces provoca comportamientos erráticos en gente con problemas psicológicos, se observaban episodios de extraños comportamientos. Es probable también que otros eventos se vieran influenciados ya no por la Luna llena, sino por la luz de ésta.
Así que ya lo saben, para la próxima vez que le vayan a echar la culpa de algo a la Luna, ¡recuerden que es inocente!
Fuente: BBC Mundo