Resultados concurso aniversario «El Cielo en 100 palabras»
Por¡Fue muy emocionante y entretenido leer todos los cuentos que recibimos!
Nos alegró tener concursantes de distintas partes de Chile e incluso Argentina: Pinto, Chillán, Santiago, Antofagasta, Quilpué, Arica, Ushuaia (Argentina), Panguipulli, San Pedro de la Paz, Valdivia, Puerto Montt, Valparaíso, Santa Cruz, Villarrica, Viña del Mar, Victoria, El Salvador, Talca, Pitrufquén y Quillota.
Muchísimas gracias a Macarena, Nicolás, Brayan, Daniela, Francisco, Alan, Silvio, Sebastián, Ignacio, Camila, Ana María, Erick, Cristián, Michel, Lorena, Valentina, Brayan, Mariana, Erwin, Víctor, Pablo, Manuel, Miguel, Álvaro, Óscar, Camilo, Gianitza, Consuelo, Gabriel, Sara, Alex, Julio, Carolina, Diego, Juan Pablo, Víctor, Iván, Axel, Javiera Luz, Jorge, Víctor, Alejandro, Ruth, Matías, Joselyn, Sonia, Franco, Catalina, Joanna, Christian, Natalia e Irma. ¡Gracias! Realmente nos sentimos muy celebrados junto a ustedes y muy alegres de ver que se animaron a escribir y a compartir con nosotros sus ideas, recuerdos o sentimientos sobre el cielo y el Universo.
Varios estuvieron en la pelea por ganarse los primeros lugares y las menciones honrosas. No fue fácil elegir, pero finalmente llegamos a una decisión y podemos anunciar (y publicar sus respectivos cuentos) a los ganadores de «El cielo en 100 palabras»:
PRIMER LUGAR: «Identidad Cósmica» de Carolina Paredes, 28 años, Viña del Mar.
Eran los años setentas. El niño Luchín sale de su casa hacia Paso Hondo; observa: una escalera en espiral se eleva al cielo, al costado, un ojo gigante se pliega por la espalda dejando su pecho abierto.
Luchín respira profundo. Juega a ser astrónomo.
Ayer, el viejo Luchín salió de su casa hacia San José de Algarrobo: Galileo Galilei abre la cúpula de don Sergio y Luchín asoma su mirada como los cachitos de un caracol a la niebla; respira profundo.
Es media noche y los queltehues están callados, pero Luchín susurra hacia adentro: el cielo estrellado palpita en mi.
SEGUNDO LUGAR: «Mi versión del Universo» de Jorge Zuovimir Fadic Campos, 31 años, Santiago.
Todos los viernes me reúno con la Isa, subimos al cerro y nos recostamos sobre la misma frazada de dos plazas que nos acompaña por años.
Bajo el grandioso cielo serenense disfrutamos de magníficas noches, donde me describe el brillo de los astros, la belleza de la luna llena y recitamos de memoria poemas de Benedetti.
Es que en esas noches mágicas, mi ceguera se transforma en claridad pura, y creo poder ver a través de los ojos de la Isa ese cielo que siempre ha estado en mi mente, pero que con ella ha aparecido más nítido que nunca.
MENCIÓN HONROSA: «Observar es explicar» de Víctor Manuel Alfaro Pizarro, 18 años, El Salvador.
¡5 minutos es muy poco! Es demasiado poco pensaba el joven Maximiliam, quien se veía en la necesidad de hacer fantasear a sus compañeros con las maravillas del universo. No había problema en cómo maravillarlos, el problema estaba en el límite de tiempo. ¿Cómo mencionaré la evolución estelar? ¿Cómo explicaré qué es un cuásar? ¿Cómo lograré manifestar la hermosura de las nebulosas que nos rodean? Eran algunas de las dudas que intentaba resolver en su frustrada cabeza. Luego pensó: no necesito nada de esto, que torpe fui, el gran universo se magnifica por sí solo. Basta con mirar hacia arriba.
MENCIÓN HONROSA 2: «Lluvia de estrellas» de Sonia Santibañez Solis, 48 años, Santiago.
En las noticias dijeron que esa noche habría una lluvia de estrellas. Las imaginé cayendo coquetamente sobre árboles, edificios y gente. Millones de estrellas, doradas y plateadas. Tomé mi bicicleta y me fui al San Cristóbal. El guardia me indicó que el parque estaba cerrado. Puse cara de gato con botas y me dejó pasar. Subí hasta el anfiteatro. El cielo estaba luminoso, pero no por las estrellas, sino por los grandes focos de la ciudad. Desde el cielo no llovieron las estrellas, pero en el suelo vi mil de ellas.
A TODOS LOS GANADORES: El día de mañana les escribiremos a sus correos pidiéndoles sus direcciones, para así poder enviarles sus premios por correo.