Dos lunitas pegadas alrededor de un asteroide desafían a los científicos

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La nave espacial Lucy de la NASA comenzó en 2021 un viaje de doce años hacia los misteriosos asteroides troyanos que orbitan el Sol junto a Júpiter, intactos desde su formación hace unos 4.500 millones de años y nunca visitados. Durante su camino, ha programado algunas visitas. El pasado noviembre, sobrevoló Dinkinesh, una roca de 790 metros de diámetro en el cinturón principal de asteroides situado entre Marte y Júpiter, a 480 millones de kilómetros de la Tierra. Entonces, los investigadores descubrieron que la roca, apodada ‘Dinky’, no estaba sola en el espacio. A su alrededor orbitaba una pequeña roca de 220 metros de longitud, a la que bautizaron como Selam. Pero a medida que Lucy enviaba más datos, los científicos de la misión se llevaron una sorpresa: Selam no era una sola luna, sino dos fusionadas.

El descubrimiento inesperado ha sido detallado en un artículo publicado en la revista Nature. Los investigadores señalan que la disposición inusual del sistema desafía las teorías existentes sobre cómo los asteroides y otros cuerpos celestes se formaron con el tiempo y proporciona información adicional sobre la estructura interna, la dinámica y la historia evolutiva de Dinky y Selam.

Las imágenes tomadas por Lucy revelaron una depresión en Dinky, donde aproximadamente una cuarta parte del asteroide se desprendió de su cuerpo principal. Según el equipo, el rápido movimiento giratorio de Dinky, impulsado por el reflejo desigual de la luz solar en la superficie del asteroide, hizo que se desprendiera y expulsara escombros rocosos a la órbita. Algunos de esos escombros podrían haberse agregado para formar Selam, mientras que otra porción de los fragmentos llovió sobre Dinky en forma de rocas y creó las crestas fotografiadas por la nave espacial.

«Hay mucha más complejidad en estos cuerpos pequeños de lo que pensábamos originalmente», dice Jessica Sunshine, profesora de Astronomía y Geología de la Universidad de Maryland y coautora del artículo. «Con las observaciones adicionales realizadas por la nave espacial, pudimos analizar mejor características como la velocidad de rotación de Dinkinesh y el patrón orbital de Selam. También comprendemos mejor de qué materiales pueden estar hechos, lo que nos acerca un paso más al aprendizaje de cómo se crean los cuerpos terrestres».

«Una de las cosas fundamentales para comprender cómo llegaron aquí planetas como la Tierra es comprender cómo se comportan los objetos cuando chocan entre sí», apunta Hal Levison, del Southwest Research Institute en Boulder, Colorado, e investigador principal de la misión Lucy. «Básicamente, los planetas se formaron cuando objetos más pequeños [como asteroides] que orbitaban alrededor del Sol chocaron entre sí. Que los objetos se rompan al chocar o se peguen tiene mucho que ver con su fuerza y estructura interna», apunta.

El misterio de Selam

El equipo dedujo que Dinky probablemente tenía cierta fuerza interna, lo que le permitía mantener la mayor parte de su forma. Sin embargo, sigue siendo un misterio cómo se formó la inusual luna binaria de Dinky. Sunshine cree que los hallazgos del equipo abren la puerta a estudios comparativos con cuerpos celestes similares. Uno de ellos es el sistema binario de Didymos y su luna Dimorphos, que fue impactado por la misión DART de la NASA en septiembre de 2022, en un experimento de defensa planetaria para desplazar un futuro asteroide peligroso de su trayectoria hacia la Tierra. Los sistemas de Dinky y Didymos «parecen compartir muchas similitudes como tamaño, forma general y posiblemente composición, a pesar de estar en partes totalmente diferentes del sistema solar», explica Sunshine, quien también formó parte del equipo de investigación DART.

«El sistema binario Didymos está situado en un entorno cercano a la Tierra, mientras que el sistema Dinkinesh está situado mucho más lejos en el cinturón de asteroides principal, pero creemos que pueden haber pasado por procesos similares hasta convertirse en lo que conocemos hoy», añade.

Dinkinesh y su satélite son los dos primeros de los once asteroides que Lucy planea explorar durante su viaje de doce años. Después de rozar el borde interior del cinturón de asteroides principal, Lucy regresará a la Tierra para recibir asistencia gravitatoria en diciembre. Ese sobrevuelo cercano impulsará a la nave de regreso a través del cinturón de asteroides principal, donde observará el asteroide Donaldjohanson en abril de 2025, y luego pasará a observar los asteroides troyanos en 2027.

«Nuestro objetivo final es comprender la formación de los cuerpos celestes. Sabemos que los planetas grandes están formados por cuerpos más pequeños, por lo que estudiar estos pequeños asteroides nos permite ver cómo se comportan e interactúan los materiales a menor escala», dice Sunshine.

Dinkinesh, que significa «maravillosa», es el nombre en amárico que recibió en Etiopía el fósil de la australopiteca Lucy, descubierta en 1974. Por su parte, Selam lleva el nombre de una niña, un ejemplar infantil de la misma especie descubierto en 2000. La misión Lucy de la NASA y los asteroides que observa honran esos descubrimientos, al equiparar los orígenes de la humanidad con los de los cuerpos del sistema solar.

Fuente: abc.es

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